jueves, 10 de diciembre de 2015

"Cucúuu-trás!

Buenas tardes mis acólitos!
Hoy volveré a divagar sobre la importancia del estudio del terreno. En anteriores entradas hemos hablado de la técnica del cazador y del pescador, de la calibración de nuestra cámara, de hacer pruebas de exposición... No me retracto absolutamente de nada; todo ello es fundamental para conseguir imágenes de calidad, pero cuando hablo del reconocimiento del terreno, quiero decir exactamente eso; MIRAR NUESTRO ENTORNO por favor, anticiparnos a las situaciones; las personas somos previsibles y cualquier pequeña posibilidad de que el entorno altere el estado emocional de las personas, allí hay una buena foto. ¿Os acordáis cuando os decía que cuando salgo de "cacería", siento, súbitamente cierto grado de complicidad con la otra persona? Bien, pues para mi,  ese es el momento, sé que va a ocurrir algo... y "click".
En la imagen que vemos hoy, vi a varios niños jugando detrás de las cortinas. Sabía que su curiosidad les iba a traicionar y que querrían pasar, por donde no pasa un adulto. Me acomodé para buscar un buen encuadre, hasta hice alguna prueba y, a esperar que picara el pececito...
No me mal interpretéis, no siempre es así, ya quisiera yo! Pero cuando sucede sé que he capturado un "momentazo", una emoción y me encanta cuando ocurre!!!
Besos

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